Desamor en abril

Quemare mi más calida inocencia

evitando que te alejes con premura,

con la calida brisa y en la levedad de la nada.

Y aunque sombríos y lúgubres momento me rodean,

se que las aves trinaran en la mañana.

Quemare mis sueños en tus sueños

y veré tus labios humeantes como brasa,

como estrellas brillantes en el alba,

son fútiles rubíes de cometas

extrañas lagrimas de plata.

Sobre islas y hojas amarillas

cuales trozos de romances y de alas.

Como el valiente adalid de tus promesas

Domare los vientos por confusos senderos de la playa,

buscando en cada roca tus recuerdos

Y el aroma a jazmines de tu alma.

Seré bruma como tu,

y lejanía,

de místicos encuentros,

de légamo y de piedras,

de huracanes,

de espumas y de ladridos

de canciones olvidadas y de cuerdas.

Llego la lluvia con su tul y sus aromas

escurriéndose en la verde enredadera,

sobre flores del aire, nidos vacíos,

parques silencios y hiervas secas.

Al fin todo será olvido en el olvido,

y nuestros sueños fríos en la nada

flotaran juntos con la muerte a la deriva,

no pudiendo ser felices entre palabras.

Agoniza nuestro amor en este encuentro,

ya no habrá recuerdos ni mañanas.-

por Roberto Attias