Lo sorprendió la tarde iluminada y mágica,
entre la brisa y el río con murmullos de remos
te sorprendieron los años,
las arrugas de tu rostro,
el cansancio,
y el cansancio de las redes.
Se sorprendieron las aves entre aleteos de seda,
verte tan triste y callado
mirando el agua sin verla,
igual sintieron los peces extrañando tu presencia;
toda la costa esta triste,
ya no se oye tu canto
suave murmullo de tu alma suspirando en la maleza,
y el crujido de las tablas
largo lamento de arena y de esas canoas muerta.
De que vivirá don Juan al que llamaran 'proeza',
el tiempo llevo sus años
ya no le quedan fuerzas,
su vida fue un manantial que se seco entre las piedras,
esta cansado,
esta solo,
su futuro es de nostalgias,
de desazón,
de tristeza,
lo sorprendió la miseria,
mira hacia el cielo implorando
y abraza fuerte esa Biblia, que nunca supo leerla.-